jueves, 24 de enero de 2008

No me insultes, me desmayo

Italia, que es un país con régimen parlamentario, está en aprietos porque el primer ministro perdió la mayoría legislativa al salirsede la coalición el partido UDEUR. Cuando eso sucede, presenta su renuncia y eso hizo Romano Prodi. No es divertido, es grave (y no por Prodi), pero lo que sí fue hilarante fue la sesión en la que perdió la mayoría. Uno de los senadores del UDEUR dijo que él sí votaría por Prodi y uno de sus correligionarios se enfureció, le escupió, casi lo golpea y le gritó pedazo de mierda. Ante la andanada de insultos, el primero ¡se desmayó! ¿Se imaginan? Le gritan de groserías y se desvanece.


Los otros senadores, ante insulto casi homicida, 
le tuvieron que tapar la boca al furibundo italiano-casi-perre
dista. Así salvaron la vida al Senador Nuccio
 Cusumano. A Prodi no le ha pasado nada. Aún.

Nota: no se confunda, este texto no es un análisis. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ateísmo tiene varios significados. En la definición de Michael Martin para el Cambridge Companion to Atheism, se distingue entre ateísmo positivo, o la firme convicción de que no existen deidades, y el ateísmo negativo, o simple ausencia de creencia en dios alguno. En varios escritos, Paul Kurtz se ha hecho eco de la dicotomía de Martin, proponiendo una distinción entre ateísmo y noteísmo (...) En nuestras respectivas enciclopedias para no creyentes, Gordon Stein y yo hemos discutido una definición de ateísmo más cercana al ateísmo negativo de Martin: La simple ausencia de creencia en dioses. Esto refleja las raíces grietas de la palabra, a-theos, literalmente sin dios. Stein y yo hemos encontrado perverso que el ateísmo real deba requerir algún tipo de certidumbre en la no existencia de dios, algo que en sí mismo aparentaría ser un tipo de fe.

Al final, esta controversia no tiene significado. Si buscamos un futuro en el que los no religiosos pueden entrar también en la cultura de la diversidad aceptable, importa menos qué etiqueta preferimos para caracterizarnos que las etiquetas que aquella cultura va a utilizar para caracterizarnos. Nos guste o no, la mayor parte de la gente asocia nuestra visión del mundo con una etiqueta sencilla, que es ateos.

Anónimo dijo...

hay alguien que le interese esto? Que horror!