
martes, 30 de octubre de 2007
Los medios, muertos
Me llegó un simpático texto aludiendo a la actitud tomada por mi periódico para publicar calaveras en un concurso sin remuneración o premio alguno. La crítica se puede ampliar para que aluda a Público, a los programas televisivos de la UdeG, de Telecable y de la mayoría de radiodifusoras de Jalisco. Pedí permiso al autor y le compré la calavera para publicarla aquí:
En Mural han de estar muertos
pues piden trabajo gratis
quieren resolver entuertos
en concurso y sin gastritis.
Yo no le temo a la muerte
Temo despreciar la vida
Y en tristes pesadillas verte
en empresas sin salida.
En Mural han de estar muertos
quieren todo regalado
creen que publicar entuertos
es el pago adelantado.
Yo no le temo a la muerte
Temo regalar mi vida
Publicar no es una suerte
es una tarea dolida.
pues piden trabajo gratis
quieren resolver entuertos
en concurso y sin gastritis.
Yo no le temo a la muerte
Temo despreciar la vida
Y en tristes pesadillas verte
en empresas sin salida.
En Mural han de estar muertos
quieren todo regalado
creen que publicar entuertos
es el pago adelantado.
Yo no le temo a la muerte
Temo regalar mi vida
Publicar no es una suerte
es una tarea dolida.
jueves, 25 de octubre de 2007
martes, 23 de octubre de 2007
Postal desde Japón
Monserrat Loyde vive en Japón desde hace varios años y hace unas semanas por fin se decidió a abrir un blog para vaciar algunas de las estampas que atraviesa en sus nipones días. Copio aquí la más reciente:
"El recorrido de la línea de tren Keihan que sale de la estación Yodoyabashi (centro de Osaka) y llega a la estación Denmachiyanagi (centro de Kioto) es de 53 minutos. El tiempo es suficiente para dormir, leer, hacer una tarea, chatear o enviar correos por el celular o simplemente ver en vivo parte del debate legislativo en la Dieta, como se ve en la fotografía. El día que tomé esta foto, sólo hice un recorrido de una estación a otra, menos de 5 minutos y lo que alcancé a ver desde la televisión fue a un legislador opositor cuestionando al Primer Ministro sobre la alianza militar de Japón con Estados Unidos en el Océano Índico. A los pasajeros parecía no importarles el debate pero el servicio y la información la tienen a la mano".
Hasta ahí su estampa. ¿Se imaginan aquí en México los debates parlamentarios en el metro? Generalmente, serían estupendos somníferos, pero de vez en cuando encabronarían a más de alguno.
El blog de Monserrat se puede ver en: http://otrapostal.blogspot.com
Altamente recomendable.
Hasta ahí su estampa. ¿Se imaginan aquí en México los debates parlamentarios en el metro? Generalmente, serían estupendos somníferos, pero de vez en cuando encabronarían a más de alguno.
El blog de Monserrat se puede ver en: http://otrapostal.blogspot.com
Altamente recomendable.
lunes, 22 de octubre de 2007
Mejor un impuesto al balbuceo
Pero de qué diablos habla el gobernador de Jalisco cuando habla. No se le entiende. Y a qué incomprensible lenguaje estupidizante apelan sus subordinados cuando balbucean explicaciones sobre las decisiones de gobierno. Su mensaje es incomprensible.
Que se dejen de cuentos: quieren 2 mil 500 millones de pesos más aunque no sepan para qué y lo único que se les ocurrió fue asaltar a los ciudadanos exigiéndoles mil 200 pesos por placas nuevas. ¿Cómo se le llama a una exigencia de dinero, contra amenaza, sin explicación? Antes se llamaba robo, pero el gobernador es y será siempre virgen y inocente y con esa capita se atreve a repetir que el dinero es pa-ra-in-fraes-truc-tu-ra. Una y otra vez. Para infraestructura, para infraestructura. La que sea.


“No es agandaye del gobierno”, balbucea el mandatario, para escupir después: “no estaba este tema para abordarlo con la opinión pública hasta que se presentara a los diputados, ellos debían ser los primeros en conocerlo y desgraciadamente no fue así”. Gobernador, así se le entiende menos: al parecer lo que está diciendo es que no hay que informar a nadie de una obligación hasta que ésta sea ley. ¿Bromea o está elogiando a las dictaduras?
Su testaferro en el área de finanzas trató de explicarlo en un artículo publicado en Mural, con resultados desastrosos. Según él, el impuesto es para obsequiar descuentos sobre el impuesto, para impresoras portátiles en las patrullas de tránsito y para todos los megaproyectos de aquí a la resurrección de los católicos. Con razón es el secretario de finanzas. Bravo.
La verdad es que los impuestos (útiles u obscenos) nunca son del agrado de los ciudadanos, pero no debe olvidarse que hay dos maneras de enfrentar esa carga. Si el régimen es totalitario, se impone la voluntad del principito en turno y ya. En una democracia, el recaudador debe justificar su acción a priori y a posteriori (para eso hay un entramado institucional complejo y costoso) y cada vez que eso no se cumpla, se retrocede hacia el autoritarismo. Aquí, ni el gobernador ni su experto en finanzas han logrado superar la fase del balbuceo al explicar para qué quieren obligar a millones de jaliscienses a pagar mil 200 pesos por auto.
Que se dejen de cuentos: quieren 2 mil 500 millones de pesos más aunque no sepan para qué y lo único que se les ocurrió fue asaltar a los ciudadanos exigiéndoles mil 200 pesos por placas nuevas. ¿Cómo se le llama a una exigencia de dinero, contra amenaza, sin explicación? Antes se llamaba robo, pero el gobernador es y será siempre virgen y inocente y con esa capita se atreve a repetir que el dinero es pa-ra-in-fraes-truc-tu-ra. Una y otra vez. Para infraestructura, para infraestructura. La que sea.


“No es agandaye del gobierno”, balbucea el mandatario, para escupir después: “no estaba este tema para abordarlo con la opinión pública hasta que se presentara a los diputados, ellos debían ser los primeros en conocerlo y desgraciadamente no fue así”. Gobernador, así se le entiende menos: al parecer lo que está diciendo es que no hay que informar a nadie de una obligación hasta que ésta sea ley. ¿Bromea o está elogiando a las dictaduras?
Su testaferro en el área de finanzas trató de explicarlo en un artículo publicado en Mural, con resultados desastrosos. Según él, el impuesto es para obsequiar descuentos sobre el impuesto, para impresoras portátiles en las patrullas de tránsito y para todos los megaproyectos de aquí a la resurrección de los católicos. Con razón es el secretario de finanzas. Bravo.
La verdad es que los impuestos (útiles u obscenos) nunca son del agrado de los ciudadanos, pero no debe olvidarse que hay dos maneras de enfrentar esa carga. Si el régimen es totalitario, se impone la voluntad del principito en turno y ya. En una democracia, el recaudador debe justificar su acción a priori y a posteriori (para eso hay un entramado institucional complejo y costoso) y cada vez que eso no se cumpla, se retrocede hacia el autoritarismo. Aquí, ni el gobernador ni su experto en finanzas han logrado superar la fase del balbuceo al explicar para qué quieren obligar a millones de jaliscienses a pagar mil 200 pesos por auto.
viernes, 19 de octubre de 2007
domingo, 14 de octubre de 2007
viernes, 12 de octubre de 2007
jueves, 11 de octubre de 2007
miércoles, 10 de octubre de 2007
martes, 9 de octubre de 2007
Va su jeep rojo en prenda

Un responsable de la gobernación que se pretenda hombre de Estado, atendería a las quejas de Fuente Ovejuna con argumentos y documentos, y saldría al paso de la opinión pública. ¿De dónde sacó que nos basta lo que él opine? ¿O es una confusión eso de que pertenece al poder Ejecutivo y en realidad es parte del Opinativo?
P.D.
Todo esto tiene que ver con que los medios de comunicación siguen privilegiando las declaraciones de los funcionarios.
Devolution of Hope

lunes, 8 de octubre de 2007
viernes, 5 de octubre de 2007
Esteroides a los partidos en Brasil

"Con ocho votos a favor y tres en contra, el Supremo Tribunal Federal, máxima instancia jurídica de Brasil, decidió la noche del jueves que el acta parlamentaria de diputados y senadores pertenece a los respectivos partidos por los que fueron elegidos y no a ellos mismos" (El País, 6 de octubre). En otras palabras: los diputados no pueden cambiarse de partido.
Las preguntas que esta medida genera avivan el debate sobre la representación y la libertad e inviolabilidad de los legisladores. En Brasil el partido gobiernista soltaba y suelta billetes con singular alegría y una tercera parte de los diputados se cambió de partido en los últimos cuatro años, distorsionando el sistema representativo. Pero a la larga, la medida restará más fuerza a la conciencia individual, limitará la libertad legislativa y dará músculos desproporcionados a los partidos.
Ya pues,gordo:¿cómo se le hace pa crecer?

Por una presunción perversa asumimos que el desarrollo económico es ajeno a los procesos sociales y políticos imperantes. Así, con ansia esperamos las predicciones del Banco de México, de la Secretaría de Hacienda y las de los diferentes centros de la iniciativa privada y de la academia que participan de la práctica de la economía paranormal, para responder a la inquietante pregunta: ¿cuánto creceremos el año que entra? ¿Cuántas centésimas más que el año pasado buscaremos alcanzar?
Una vez que el dato es revelado, en cascada todas las entidades, públicas y privadas, comienzan a presupuestar en función de su predicción favorita: 3.2, 3.3, 3.455… etc. ¿Qué fue del mítico crecimiento de 7%, ya nadie lo espera? ¿Por qué?
Hasta hoy, los economistas no parecen poder hacer el enlace entre crecimiento y condiciones sociales y políticas (lo peor es que tampoco los políticos). Cómo crecer a un ritmo adecuado a la dimensión geográfica y demográfica del país si Oaxaca, si la corrupción, si la degradada calidad educativa, si el centralismo, si los medios de comunicación, si la impunidad, si el narcotráfico, si los derechos humanos, si gobernadores como Emilio González Márquez, si diputados como los locales de Jalisco, si el EPR… si mil quinientos temas más.
Y nos maravillamos del milagro chileno, del espectacular avance español; que si le hicieron de un modo o de otro, que si la apertura que practicaron, que si los mercados les fueron propicios, que si su producción interna… Ahora que la familia de Augusto Pinochet fue arrestada por su riqueza explicablemente ilegal, es imposible no pensar en el caso mexicano: hemos ido posponiendo los actos de justicia que reclaman tantas historias de maldad y corrupción acumuladas.
Por supuesto, Pinochet merece el infierno no sólo por su riqueza ilícita, sino por los muertos que pesan sobre su lápida, por la represión y la cancelación de libertades que propició su régimen. No obstante, la señal es clara, en Chile no hay impunidad absoluta, ni intocables. No es la sociedad perfecta, pero alcanza acuerdos en los temas básicos.
Argentina se está recuperando rápidamente de una crisis económica brutal; no olvidemos que los argentinos no han cesado de buscar el castigo para los militares asesinos del período de la tiranía marcial.
España pasó de la dictadura a la democracia mediante un pacto político de largo aliento y de ahí llegó al progreso económico. Con menos enjundia que argentinos y chilenos, pero también envía signos de revisar su pasado franquista.
De este modo, ¿en dónde está el secreto? ¿En la pericia económica de los gobernantes o en la mezcla de ésta con la acción política que persigue la democracia, la justicia y la verdad?
(No faltará quien apele al ejemplo de China. Sí, se puede crecer económicamente de manera espectacular, siempre y cuando acabemos de darle vuelta a la tuerca, es decir: si prescindimos aún más de nociones engorrosas como reparto de la riqueza, igualdad, justicia laboral y derechos humanos. ¿Quién dice yo?)
En México, el crecimiento de 7% espera, sin duda, por mejores políticos y mejores economistas. Pero también por una sociedad participativa y memoriosa.
Una vez que el dato es revelado, en cascada todas las entidades, públicas y privadas, comienzan a presupuestar en función de su predicción favorita: 3.2, 3.3, 3.455… etc. ¿Qué fue del mítico crecimiento de 7%, ya nadie lo espera? ¿Por qué?
Hasta hoy, los economistas no parecen poder hacer el enlace entre crecimiento y condiciones sociales y políticas (lo peor es que tampoco los políticos). Cómo crecer a un ritmo adecuado a la dimensión geográfica y demográfica del país si Oaxaca, si la corrupción, si la degradada calidad educativa, si el centralismo, si los medios de comunicación, si la impunidad, si el narcotráfico, si los derechos humanos, si gobernadores como Emilio González Márquez, si diputados como los locales de Jalisco, si el EPR… si mil quinientos temas más.
Y nos maravillamos del milagro chileno, del espectacular avance español; que si le hicieron de un modo o de otro, que si la apertura que practicaron, que si los mercados les fueron propicios, que si su producción interna… Ahora que la familia de Augusto Pinochet fue arrestada por su riqueza explicablemente ilegal, es imposible no pensar en el caso mexicano: hemos ido posponiendo los actos de justicia que reclaman tantas historias de maldad y corrupción acumuladas.
Por supuesto, Pinochet merece el infierno no sólo por su riqueza ilícita, sino por los muertos que pesan sobre su lápida, por la represión y la cancelación de libertades que propició su régimen. No obstante, la señal es clara, en Chile no hay impunidad absoluta, ni intocables. No es la sociedad perfecta, pero alcanza acuerdos en los temas básicos.
Argentina se está recuperando rápidamente de una crisis económica brutal; no olvidemos que los argentinos no han cesado de buscar el castigo para los militares asesinos del período de la tiranía marcial.
España pasó de la dictadura a la democracia mediante un pacto político de largo aliento y de ahí llegó al progreso económico. Con menos enjundia que argentinos y chilenos, pero también envía signos de revisar su pasado franquista.
De este modo, ¿en dónde está el secreto? ¿En la pericia económica de los gobernantes o en la mezcla de ésta con la acción política que persigue la democracia, la justicia y la verdad?
(No faltará quien apele al ejemplo de China. Sí, se puede crecer económicamente de manera espectacular, siempre y cuando acabemos de darle vuelta a la tuerca, es decir: si prescindimos aún más de nociones engorrosas como reparto de la riqueza, igualdad, justicia laboral y derechos humanos. ¿Quién dice yo?)
En México, el crecimiento de 7% espera, sin duda, por mejores políticos y mejores economistas. Pero también por una sociedad participativa y memoriosa.
jueves, 4 de octubre de 2007
martes, 2 de octubre de 2007
Semáforos verdes

La lógica del gobierno de Emilio González Márquez en Jalisco no es errada, y por contraste hasta parece brillante. Mientras Francisco Ramírez Acuña construía túneles para llegar sin contratiempos al siguiente alto en la principal avenida de Guadalajara, el gobierno de Emilio busca hacer más eficiente el uso de la avenida, poniendo todos los semáforos en verde para que los autos pasen sin ser interrumpidos por los peatones.
La medida provocó hasta paraguazos en uno de los siete puntos cerrados: la zona comercial de Plaza del Sol. Como en un cuento de Kafka o en uno de esos viajes infinitos de Cortazar, el sistema enredó a los peatones, la vida se les pasó, el semáforo convirtió la eternidad en un solo instante y algunos personajes no tuvieron más remedio que envejecer allí.
¿Pero es un problema de rivalidad entre pasos y llantas? ¿O es de comunicación y planeación? ¿En qué modelo se inserta un viaducto que cruce la ciudad de norte a sur? ¿Qué medidas lo acompañan? Si forma parte de un plan integral de movilidad que privilegia el ordenamiento de los flujos de la ciudad por encima de la inversión inútil en construcción de obrototas, puede incluso ser una medida positiva, perfectible y digna de aplauso. Pero ¿y si no?
Así pues, hay dos hipótesis. La primera es mala: lo no saben explicar lo que hacen. La segunda es peor: no saben lo que están haciendo.

RESPUESTA DEL DIABLO MERENCIANO:
Preciosa e incorregible crítica de las buenas decisiones:
Pos yo también me adelanto:
¡Ya ni l´haces...!
Pues que los presuntos o presumibles peatones que quieran ir a Sanborns a tomarse su cafe o a caminar por Disney-Plaza del Sol, se amontonen con gabanes, cobijas, zarapes, guaraches o pantunflas, a eso de las tres de la madrugada y al grito de "¡Ya...!" se arranquen presurosos al otro lado y ahí esperen a que se haga de día y a las siguientes tres de la madrugada para irse de reversa. Eso sí con cuidado para que no choquen los peatones de ida y los de vuelta. Además, los astutos comerciantes organizaran ventas nocturnas y lunadas, con buena música del artista Andrés Haro... ¿O no? ¡Falta de imaginación la tuya! ¡Nomás por criticar!
La mera verdad es que no saben nada
Primero fue la imaginación, luego el pensamiento, después éste se convirtió en estructuras socialmente consensuadas que buscaban alentar una convivencia más o menos armoniosa. Así llegamos a las políticas públicas.
Pero entonces, cierto gobierno, el del panista Emilio González Márquez, en un occidental estado, Jalisco, de un país mentado México, comenzó a deconstruir lo que tomó siglos edificar: lo que todavía hace unos meses era conocido como políticas públicas regresó al estado previo a la imaginación, para convertirse en mero acto reflejo. Los estudiosos comienzan a llamarlo: ocurrencias.
Que si el bosque aledaño a Guadalajara necesita recursos: ¡ya sé, cobremos una cuota extra en el recibo del agua!; que si una televisora (su nombre comienza con T y termina en elevisa) va a hacer una reunioncita con estudiantes: ¡ya sé, hay que donarle 67 millones de pesos!; que si no hay dinero para obra pública: ¡ya sé, eliminemos la noción “peatones” y que los autos reinen por los siglos de los siglos en viaductos edificados con el consabido ¡ya sé…!; que si el Cardenal Sandoval Iñiguez anda muino y cabizbajo: ¡ya sé, que el estado laico reconozca su inexistente labor cultural!
Tanta filosofía política, tanto medio de comunicación opinando, tanta planeación estratégica en el mercado… y miren a lo que llegamos: a una reducción silvestre e ignorante de la vida republicana, a la iluminación de tertulia cafetera llevada al nivel de acto de gobierno: ¡ya sé…!
Augusto Chacón
Pero entonces, cierto gobierno, el del panista Emilio González Márquez, en un occidental estado, Jalisco, de un país mentado México, comenzó a deconstruir lo que tomó siglos edificar: lo que todavía hace unos meses era conocido como políticas públicas regresó al estado previo a la imaginación, para convertirse en mero acto reflejo. Los estudiosos comienzan a llamarlo: ocurrencias.
Que si el bosque aledaño a Guadalajara necesita recursos: ¡ya sé, cobremos una cuota extra en el recibo del agua!; que si una televisora (su nombre comienza con T y termina en elevisa) va a hacer una reunioncita con estudiantes: ¡ya sé, hay que donarle 67 millones de pesos!; que si no hay dinero para obra pública: ¡ya sé, eliminemos la noción “peatones” y que los autos reinen por los siglos de los siglos en viaductos edificados con el consabido ¡ya sé…!; que si el Cardenal Sandoval Iñiguez anda muino y cabizbajo: ¡ya sé, que el estado laico reconozca su inexistente labor cultural!
Tanta filosofía política, tanto medio de comunicación opinando, tanta planeación estratégica en el mercado… y miren a lo que llegamos: a una reducción silvestre e ignorante de la vida republicana, a la iluminación de tertulia cafetera llevada al nivel de acto de gobierno: ¡ya sé…!
Augusto Chacón
lunes, 1 de octubre de 2007
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