jueves, 2 de agosto de 2007

Nuevo ombudsman en Jalisco, con discurso reciclado

Felipe de Jesús Álvarez Cibrián asumió el cargo de presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco hendido por la ilegitimidad, ésa que pueden otorgar cosas como un proceso poco transparente, de parte de los diputados, para seleccionarlo; que el día que fue designado, los legisladores decidieran cerrar el recinto por la fuerza, para evitar que se llenara de jaliscienses del común, algunos de los cuales salieron golpeados; y que ese mismo día el protestante llegara amurallado por guardaespaldas (quizá pensando que sí, en efecto, los jaliscienses del común están muy necesitados de alguien como él para que vele por sus derechos humanos, pero pueden ser bien maloras y mejor verlos de lejecitos). Hechos crudos, déjá vu también, que contribuyen a que la amistad del neo ombudsman con priístas de abolengo se perciba como negativa, ni modo, tantos años de autoritarismo han hecho que no sólo las mulas sean ariscas, también los ciudadanos; hechos que además provocan que algunos señalamientos respecto al pasado de Álvarez Cibrián, que no tiene caso reproducir - no están probados-, se magnifiquen… ergo, ilegitimidad.
Su primer discurso oficial y el modo de decirlo dan para muchos comentarios, queremos comentar con él tres de los compromisos que anunció: “Yo no le voy a fallar a mi familia y no le voy a fallar a los señores diputados, ni tampoco le fallaré a la sociedad jalisciense, con la que es… con la que tengo mi principal compromiso.”*
Para ayudarle con el primero, necesitamos información: ¿podría alguien darnos los datos de la familia para de cuando en cuando preguntarle si el lic. Álvarez va bien o ya les falló? Que se haya comprometido con ella en un acto oficial nos lleva a imaginar que lo considera parte de la responsabilidad del ombudsman, ésa por la que le pagamos, nada más natural, entonces, que nuestro deseo por saber si está cumpliendo.
Para el segundo, le proporcionaremos alivio: si les falla a los diputados, no se preocupe, lic. Álvarez, por la manera de nombrarlo a usted, y por muchas cosas más, merecido se lo tienen.
Y en cuanto al tercero, relájese, lic. Álvarez, lea los dos primeros, verá que todo está dicho; si no hay quinto malo, el tercer lugar en el que puso a la sociedad jalisciense no ha de ser un ninguneo tan grave, y menos si luego matiza diciendo que con ella tiene su principal compromiso… aunque para eso de revisar el discurso, el orden sea el que cuente.
Augusto Chacón
*Con información de Gricelda Torres Zambrano.

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